En la Hoz del Río Cuervo y a continuación de la Ruta del Castillo de
los Siete Condes
nace el manantial de aguas Solán de Cabras que según la tradición, el
descubrimiento de la bondad del agua se debe a un pastor, que observaba,
que sus cabras enfermas se bañaban espontáneamente en ella logrando su
curación. El agua de Solán de Cabras fue declarada de utilidad pública
por Carlos IV en Real Decreto de 10 de Abril de 1790 y que son de gran
efecto para enfermedades del riñón.
E la puerta de entrada al recinto del balneario comenzaremos a subir
hasta llegar a lo que es conocido como el Mirador del Rey, lugar donde
hay una cruz y nos va a permitir disfrutar de todo el valle del río
Cuervo.
También podemos visitar el Mirador de la reina, situado en dirección
opuesta a nuestro primer camino. Para subir hay que tomar el camino que
por detrás de uno de los edificios del Balneario va elevándose sobre el
marqen izquierdo del río hasta llegar al Mirador de la Reina, autentica
balconada natural sobre el río Cuervo.